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Posta? revistA

Edición numero 6

3, 2, 1: Soberanía...

... y el Arsat-2 ahí va, hacia el espacio. Ya casi se cumple una semana del hecho, el satélite va por su tercera órbita. Y si bien la adrenalina ha bajado, he decidido compartir esta pequeña crónica, este humilde relato. 

 Dando por supuesto que no me es fácil hablar de ésto -para quién se dedica más bien al estudio de las Humanidades (dicho a groso modo)-, me encuentro, de repente, hablando de algo que muchos engloban bajo el rótulo de "Ciencia y Tecnología"... pero se trata de mucho más que eso. Si bien carezco de los conocimientos técnicos y científicos para hablar desde ese lugar sobre el asunto, voy a hacerlo igual desde otro sitio. Porque la realidad es interdisciplinaria, y el saber, en consecuencia, deberá tener entonces la pretensión de serlo. Las cosas tienen muchas caras.

En fin, estuve esperando el lanzamiento del satélite, cual fanática aguardando la segunda temporada de su serie favorita -salvando las distancias-. Fue larga la espera, y en segundos: en tres, dos y uno... chau!!!!: al espacio. Estaba en casa con mis padres. Todos compartiéndola . Porque aunque no sepamos demasiado sobre el desarrollo técnico, sí sabemos de orgullo, porque lo sentimos.

El simple hecho de saber que Argentina logró ocupar un espacio con el Arsat-2. Que de no haber sido así, hubiera sido ocupado por Inglaterra, ya me produce cierta alegría algo revanchista -es cierto-, es la sensación de estar haciendo justicia nada más ni nada menos. Porque ahora un país latinoamericano decide y quiere (y puede) ponerse a la altura -bien alto- de aquellos que pretenden ser dueños de todas las cosas. Argentina está en la vanguardia mundial en materia tecnológica, y el hecho de que sea uno de los 10 países, de los sólo 10 países, con capacidad para producir su propio satélite, es otro aspecto, piedra fundamental, que genera orgullo.

El satélite se lanza al espacio. Yo sólo sonrío. Mi papá canta algo que no puedo recordar, y aplaude. Vivo estos minutos con cierto desconcierto... el tiempo está pasando muy rápido y tengo la sensación de no estar comprendiendo realmente lo que está aconteciendo, pero cierta intuición me dice que es hermoso. Pasan unos minutos y mi papá me abraza. Mamá está ahí, también contenta. Qué loco... porqué estamos contentos?, porque nos damos el lujo de estar orgullosos y los motivos emotivos motivos sobran.

Como digo siempre, detrás de cada acto hace falta la voluntad política para hacerlo (o para no hacerlo). Y el Arsat-2 es el fruto tangible y material de una política que repatria científicos, que apuesta a la ciencia, y que destina una importante inversión en educación y tecnología.

Y si bien, como dije antes, de cuestiones técnicas no puedo dar cátedra: sí puedo hablar de la soberanía que implica el ser cada vez más autónomos, y en la independencia económica que implica el afianzar la soberanía política, a la vez intelectual. Esa soberanía que nos permite pensar en y desde nosotros mismos venimos, dijo Jauretche: “La emancipación nacional es una etapa imprescindible de nuestras soluciones sociales, y en ellas, se unifican los intereses de todas las clases de esta parte del continente" (‘Los Profetas del Odio’, 1957).

En fin, el futuro ya llegó... y la soberanía también viene en forma de satélite, que en mi lenguaje es un pedacito de patria en el espacio.

 

Autor: May Argenta

Producción: Hernán Posta y Paw!.

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