top of page

Edición numero 6

Posta? revistA

Maletas y Mochilas: 

  Ha llegado el momento de volver a migrar. La temporada de trabajo se acaba. Podría decir que entramos oficialmente en el periodo de vacaciones para viajeros, hasta diciembre que es cuando volveremos a aprovechar “la ola”. De hecho, seguramente en el próximo número de la revista POSTA? ya no me encontraré en este mismo lugar. Es que esto de viajar se ha transformado en una nueva adicción en nuestros tiempos, llamada “síndrome del viajero”. Se trata de esta sensación de no poder quedarse en un mismo sitio por más de unos meses. Estas ganas irrefrenables de armar todo para luego desarmar y viceversa. Estas ganas ofrece el saber que hay algo más allá, aún desconocido, y que nos queda un mundo por caminar.

En cada migración se trabaja día a día más sobre el desapego. En principio, al tomar la decisión de dejar todo atrás: resulta de lo más duro dejar a la familia; aunque esa distancia nos enseña que la fuerza que ejerce el amor rompe con ella, sea como sea, la familia siempre está. Respecto a los amigos, rompemos o afianzamos relaciones, muchos se contagian de esta “enfermedad” y eso nos reencuentra en cualquier rincón del mundo. Así conseguimos grandes amistades que traspasan los límites de tiempo y espacio. Tampoco nos limitamos a conocer gente del lugar, sino también a sus visitantes, y casi a diario agrandamos nuestro círculo. Nada de todo esto va dentro de la maleta o mochila. En la maleta solo ropa, cámara de fotos, libro del momento, y el altar con nuestros guardianes. Y así, con la certeza de ir siempre acompañados, aún estando solos y sin nada material que nos ate, considero que nosotros, los viajeros, contamos con una de las fortunas más grandes que se pueden conseguir. 

“Hay un ejercicio bien simple, se trata de tomar una moneda, apretarla con nuestro puño, extendiendo el brazo y girándolo hacia abajo. Si abrimos el puño, la moneda caerá, por esta razón nos aferramos a todo. Pero sin embargo si tomamos este “objeto” con la palma extendida hacia arriba, dejando de aferrar, esté sigue estando sobre nuestra mano”. 
(Texto de mi libro del momento, Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte, 
Pág. 63).

Karina Paola Claramunt

bottom of page